Por 183:856790577
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12 de febrero de 2022
Nos pasamos todo el día corriendo, tachando tareas de una lista, asistiendo a reuniones, enfadándonos si alguien no llega puntual a una reunión o si alguien no sale disparado al ponerse la luz verde del semáforo… Una vez más aparecen los grandes tópicos de nuestro tiempo: la digitalización y la globalización que nos dan acceso literalmente a un mundo de posibilidades y a la vez nos piden una velocidad de acción, pensamiento y creatividad muy altas. Hasta las agendas de ocio en fin de semana crean estrés, el partido de los niños, las clases de hípica, comida con amigos, cumpleaños por la tarde, deberes de los niños, misa el domingo. Literalmente nos pasamos la vida corriendo en lo personal y en lo profesional. Se nos están olvidando cosas que eran parte de nuestra vida no hace muchos años, el tener paciencia, lo que llaman los psicólogos extranjeros “delay gratification”, lo que viene siendo hacer ganas… y tan importante es en nuestro equilibrio emocional. Todo esto viene porque a veces hay clientes que preguntan con insistencia rozando el acoso cuando van a estar sus invitaciones de boda (por ejemplo), por email, WhatsApp, llaman al móvil... No les culpo porque vivimos en un mundo que nos lleva a esto. Quizás estoy equivocado, quizás soy un idealista o muy purista, hasta quizás haya algo de arrogancia que hacérmelo mirar, pero yo veo mi oficio como un arte. Las técnicas tradicionales como el Letterpress o el Golpe en Seco que utilizo especialmente en invitaciones de boda es un trabajo de artesanía en el que prima la calidad, la responsabilidad por la obra bien hecha más que la inmediatez. Prefiero tardar una semana más, que entregar algo que no me guste, aunque sepa que el cliente no se va a dar cuenta. Creo que el oficio no sólo son técnicas y trucos, es también un sentido de profesionalidad, de responsabilidad por tu trabajo, cuidar y mantener las relaciones con los clientes. Hace un tiempo vi un vídeo en internet que plasmaba muy bien el concepto “Slow”. Era el proceso de creación de unos posavasos Letterpress https://youtu.be/WZyZOlH4nLg . El impresor dispone distintos elementos tipográficos, prueba varias opciones hasta que me convence uno de los diseños, corta cuidadosamente el papel, mezcla las tintas, entinta y ajusta la máquina para finalmente imprimir la tirada. El vídeo termina enseñando orgulloso el resultado de su trabajo. Este señor hizo unos posavasos exquisitos porque estaba disfrutando de lo que hacía y le dedicaba tiempo a pensar la mejor forma de que saliera todo su oficio para la realización de su obra. En impresión tradicional, en especial en el Letterpress no suelen salir las cosas a la primera, muchas veces hay que tirar de oficio para buscar la manera, pruebas con una técnica, con otra, pruebas con aquel truco que te funciono hace 5 años en aquella invitación que te dio guerra… y así surge la Magia y consigues lo que el cliente quiere y por lo que me gusta mi oficio, conseguir el efecto WoW de todos aquellos que reciba lo que has impreso.